jueves, 2 de diciembre de 2010

HISTORIA DE LA DEPILACIÓN



GRECIA

PREHISTORIA

La historia de la depilacion se remonta a la era de las cavernas, donde en las cuevas prehistóricas se han encontrado evidencias de que los hombres de esa época utilizaban piedras afiladas para hacerse la depilacion facial.
EDAD ANTIGUA
Los antiguos Egipcios tenían un elevado concepto de la estética, la higiene y se depilaban todo el cuerpo.
Las mujeres usaban cremas depilatorias hechas con la sangre de animales, tortugas, gusanos o la grasa de hipopótamo (papiro de Eber 1500 a.C.). Usaban ceras que se hacían con azúcar, agua, limón, aceite y miel ó sicomoro (árbol sagrado), goma y pepino.
Los hombres usaban navajas de sílex, luego de cobre y de hierro.
Los sacerdotes y sacerdotisas egipcias no podían entrar a los templos sin cumplir con este ritual.
En Grecia los griegos consideraban que un cuerpo depilado era el ideal de belleza, juventud e inocencia. Las esculturas de la época muestran cuerpos femeninos depilados y sin vello púbico.
Se practicaba en las clases sociales altas.
Usaban velas para quemar los vellos, abrasivos como la piedra pómez, ceras hechas con sangre de animal, resinas, cenizas y minerales.
Las cortesanas usaban crema depilatoria llamada “dropax” pasta compuesta de vinagre y tierra de Chipre.
En Roma las romanas también lo hacían para estar bellas y comenzaban a depilarse el vello púbico en la adolescencia cuando empezaba a aparecer.
Usaban pinzas, llamadas “volsella”, “dropax” y ceras a base de resinas y brea llamada “philotrum”.
En los baños públicos había cuartos para la depilacion.
Existían esclavos especializados, ”alipilarius” que depilaban en los prostíbulos el vello púbico de las cortesanas.
En la India se usaron navajas de cobre y la técnica del hilo.
La depilacion del vello púbico tenía un significado erótico sexual.
Era un acto afrodisíaco.
Los Musulmanes, según el Sunnah, se deben depilar para mantener su cuerpo limpio .Las mujeres musulmas se depilaban el pubis y las axilas. Se usaba la técnica del hilo.
Esta práctica se extendió a la India, África y a otras regiones bajo influencia del Islam.
En China, la depilacion era un signo de higiene y pureza.
Las religiosas para ordenarse debían pasar por el ritual de la tonsura, se les afeitaba toda la cabeza como se ve en los frescos de las Cuevas de Mongao en DunHuang China .
Los Turcos consideraban pecaminoso que una mujer dejara crecer el vello en sus partes privadas. Los Baños Públicos tenían cuartos especiales, llamados “hamams”, donde las damas se depilaban, hoy todavía existen.
Las mujeres Judías se depilaban con el hilo.
La depiladora lo sostenía con los dientes, y formaba un triángulo, tomando cada extremo con sus pulgares; luego pasaba el hilo por la zona pilosa, arrancando los vellos de raíz.
La técnica del hilo se sigue practicando y se ha puesto de moda en occidente.
EDAD MEDIA
Las mujeres usaban una pasta que contenía cal viva y arsénico para depilarse las cejas
En muchos castillos europeos construidos entre 1200 y 1600 d.C. tenían un cuarto para que las señoras se depilaran.
En el Renacimiento (siglos XV - XVII) se continuó con esta moda usando vendas impregnadas en vinagres y aceites.
Y se comenzó nuevamente a depilarse algunas partes del cuerpo con pinzas y navajas.
Los artistas retrataron a mujeres con poco o nada de vello púbico. como se ve en los cuadros: “Tres Gracias” de Rubens y “Nacimiento de Venus” de Boticcelli.
En las Americas muchos pueblos practicaban el afeitado de distintas partes de su cuerpo.
Los Aborígenes Argentinos que se depilaban eran los Puelches, Guenaken, Tehuelches, Araucanos y los Avipones. Estos últimos fueron llamados “frentones” por los españoles porque se depilaban el vello del rostro hasta la mitad de la cabeza, incluidas las cejas y pestañas.
Utilizaban pinzas que las fabricaban con conchas de moluscos, tijeras con quijadas de las palometas y navajas con valvas de moluscos afiladas
SIGLO XVIII
En 1762, Jean Jacques Perret, barbero francés crea la primera Maquinilla de afeitar con un borde de metal sobre la cuchilla para prevenir los cortes de la piel.
SIGLO XX
En 1903, King Gillete inventa la primera maquinilla de afeitar con hojas intercambiables
En 1920, se comienza a utilizarse la Cera preparada a base de cera de abejas, resina y parafina.
En 1931, primera maquina de afeitar eléctrica de Jacob Schick.

La moda impone las faldas cortas, los escotes y los brazos descubiertos, entonces la depilación es ya una necesidad para las mujeres de la mayor parte del mundo.
Aparecen las Cremas depilatorias, que destruye químicamente el pelo, atacando la queratina y modificando en parte su crecimiento.
En 1940, primera maquina de afeitar con dos cabezales inventada por Remington y causó sensación cuando anunció una afeitadora eléctrica diseñada expresamente para las mujeres.
Se populariza la Depilacion Eléctrica termólisis y electrólisis.
El concepto de electrólisis se inició hace más de 100 años, con el oftalmólogo Charles Michael.
“Conectó una aguja con cable eléctrico a una batería seca, lo insertó durante varios minutos de una pestaña encarnada, destruyó el folículo y el pelo nunca volvió a crecer”

En 1958, Gordon Gould investigando sobre las microondas tiene una idea brillante, “amplificar un flash de luz “que llama: LASER” (Light Amplification by Stimulated Emisión of Radiation).
En 1960, Harold Maiman desarrolla y patenta el Laser Rubí el primero en usarse en aplicaciones dermatológicas.
En 1994, Dr Anderson y Dr. Grossman, con un Laser Rubí de alta potencia, comienzan la era de la “fototermólisis selectiva” y de la Depilacion Laser.
En la última decada, la tecnología del Laser y Luz Pulsada Intensa ha tenido y tiene un desarrollo vertiginoso. Hoy contamos con equipos para distintas aplicaciones en varias especialidades médicas: depilacion laser, angiomas, rosácea, arañas vasculares, varices, manchas, arrugas, queratosis, verrugas, acné, vitiligo, fotoenvejecimiento cutáneo, cirugía oftalmológica, etc.
Los humanos estamos destinados a perder el vello porque el recalentamiento del planeta llevará al Homo Sapiens a prescindir de esta capa aislante de frío.
Esto sucederá dentro de millones de años, mientras tanto seguiremos depilándonos como desde los inicios de la humanidad.

Higiene y cuidado corporal
En el s. IV se dotó a Atenas de fuentes monumentales en las que llenar los cántaros. Los gimnasios tenían sus fuentes particulares para ducharse. También había en estos lugares estufas para la calefacción.
En Atenas los baños públicos existían desde el siglo V a. de C. Los clientes utilizaban unas bañeras planas con un asiento bajo en la parte de atrás, y también piscinas. En muchos de estos establecimientos parece que había salas reservadas para las mujeres, pero seguramente las frecuentarían sólo las atenienses de condición modesta, las cortesanas y las esclavas; las atenienses de la burguesía se bañaban en su casa.
Los griegos conocían también la bañera, que solía ser de barro cocido y moldeado, o se podía tallar en piedra. Las tinas y jofainas eran de barro cocido y servían para bañar a los niños pequeños. Se tenían que llenar a mano todas. Los laconizantes pensaban que los baños debilitaban el cuerpo.
En los baños públicos, los hombres, aparte de lavarse, iban a encontrarse con los amigos y a charlar. Había salas reservadas para las mujeres, pero seguramente sólo iban cortesanas y esclavas.
Los griegos no conocían el jabón. En el gimnasio se frotaban con aceite y arena, y en el baño utilizaban carbonato de sosa impuro.
En ocasiones se iba al barbero. Los griegos no empezaron a afeitarse el bigote y la barba hasta después de Alejandro. Los niños se dejaban crecer sus cabellos y en la adolescencia se lo cortaban y ofrecían a los dioses. Las mujeres en las épocas de duelo se lo recortaban.
Las mujeres se teñían el pelo para parecer rubias, porque éste era el color más apreciado. También se utilizaban postizos y pelucas. Las cortesanas utilizaban unos maquillajes más llamativos. Las mujeres utilizan las navajas para el vello, y se depilaban con el candil o por medio de pastas especiales.
El vestido femenino
         Es muy parecido al masculino; sólo difiere en el color y en la forma de ajustar la tela. El peplo es un chal de lana abierto, propio de las espartanas, atado a los hombros con una fíbula, que podía ser totalmente abierto por uno de los lados o cerrado con costura. Si era muy largo, podía tener un repliegue. Al peplo se le solía hacer una costura de la cadera al pie, pudiendo llevar entonces cinturón. Este peplo, aunque las más refinadas dejaran de usarlo, siguió siendo el traje de las campesinas y de la mayoría de las mujeres del pueblo, además de las esclavas
  
 Además del peplo, las mujeres vestían usualmente tres prendas: una especie de camisa sobre la piel (citwvnion), una túnica larga hasta los pies (citwvn), y el manto. En invierno se llevaba un chal con una bufanda sobre los hombros.




Joyas y Accesorios de Aseo
En época clásica, las joyas estaban reservadas a las mujeres, que llevaban collares y pulseras, pendientes y aros en las piernas. Las pulseras se llevaban en la muñeca, en el codo y en hombro. Los aros en los tobillos tenían un valor mágico.
         
En la época clásica, en la vida cotidiana, las joyas estaban prácticamente reservadas a las mujeres, excepto los anillos con chatón que los hombres utilizaban para grabar su sello (sfragís) en arcilla o cera. Las mujeres llevaban con mucha frecuencia collares, pulseras, pendientes y aros alrededor de las piernas. Entre los accesorios no hay que olvidar el abanico y la sombrilla, muy útiles en un país tan cálido y soleado como Grecia. 
Otros accesorios eran el abanico y la sombrilla, muy útil en Grecia. El abanico griego era una pantalla con mango.

     En cuanto al calzado, hemos de decir que por las calles de Atenas y por casa se solía caminar descalzo. Fuera se utilizaban zapatos y sandalias. Las sandalias eran simples suelas de corcho, madera o piel.
Había varias clases de zapatos para los hombres: el embás ( zapato de fieltro utilizado por los pobres); el coturno (especie de bota gruesa suada especialmente por los cazadores y en la tragedia), etc.
En cuanto a las mujeres, se ponían una especie de tacón entre el pie y el zapato para parecer más alta. La piel del calzado femenino se teñía de diversos colores (Negro, rojo, amarillo, blanco).
Por último, los sombreros. Los hombres iban con la cabeza descubierta normalmente. Sólo llevaban sombrero los extranjeros. Pero había algunos sombreros, como el pilos, de copa alta, el pilidion, que era una gorra de fieltro, el cuné (gorra de piel) y el petassos, un sombrero de alas anchas para ir de viaje.
Las mujeres se cubrían la cabeza con un pliegue de su túnica. El cecrífalo es un pañuelo anudado a la cabeza, no un sombrero. La tolia es un tocado redondo de alas anchas.
                       Peinados


permanente El peinado en Grecia
El peinado en Grecia variaba según las épocas, la moda, las distintas ciudades y las distintas clases sociales. Había mucha diferencia entre Esparta y Atenas.
En Esparta los niños llevaban el pelo rapado y los adultos lo llevaban largo. En Atenas  era al revés, los niños llevaban el pelo largo, los adultos llevaban el pelo corto y los esclavos el pelo rapado.
En la época arcaica, las damas usaban el pelo largo, con peinados muy trenzados alrededor de toda la cabeza y muy elaborados. Como testimonio tenemos los frescos de la época minoica, los encontramos en las decoraciones de la cerámica, en la decoración de las monedas, también se pueden apreciar los distintos peinados tanto en hombres como en mujeres observando las distintas esculturas. Esculturas muy importantes en las que se puede apreciar bien el peinado, es en el Discóbolo, la cabeza de Apolo, la cabeza de Zeus.
En la época clásica los peinados de las damas, sigue siendo muy elaborado, y muy recogido con muchas cintas, cabello rizado o en ondas.
Si observamos los frisos, cerámicas y esculturas vemos al peinado de los hombres de varias maneras, al igual que la diferencia de la barba. Lo fundamental para los griegos era llevar el pelo rizado tanto los hombres como las mujeres. Utilizaban aceites y pomadas para armar el peinado y lo sostenían con horquillas.
Actualmente cuando las damas quieren efectuarse un peinado estilo griego lo realizan con el cabello rizado u ondulado, recogido o semirrecogido muy elaborado con alguna flor en el entrerrecogido, con algunas cintas, puedes agregarle una trenza entre el recogido o alrededor de la cabeza.

ROMA


Arreglo personal
Las mujeres acomodadas invertían mucho tiempo y dinero en su arreglo personal. Usaban peines de todo tipo de materiales (bronce, marfil, hueso, carey, oro) con los que se peinaban de raya en medio para diario y con peinados elaborados, con trenzas y chongos, en ocasiones especiales. Muchas mujeres rizaban su cabello con el calmistrum, un tubo de metal que ponían sobre carbones calientes, y luego se fijaban el peinado con ungüentos. En el cabello se usaban listones, peinetas y otros adornos.
Había peinadores profesionales que se llamaban ornator y pectinator que acudían a las casas de las señoras ricas. También se sabe de una gran variedad de cosméticos, cremas, ungüentos olorosos y perfumes, que las señoras guardaban en hermosos recipientes de cerámica, cristal y alabastro, generalmente importados de Grecia y Oriente. En ningún tocador elegante faltaba el imprescindible espejo, que se fabricaban en Alejandría, en Egipto.
El maquillaje se vendía en forma de polvo y antes de usarse debía diluírse con lanolina (aceite) en pequeños platos. Los labios y las mejillas se pintaban de rojo, con pigmentos que se obtenía de ciertas plantas y moluscos. Los ojos se delineaban de negro y las cejas las usaban muy marcadas. Los párpados los sombreaban de color azul.

Las niñas de familias acomodadas iban a la escuela hasta los doce años. Después de esta edad pocas mujeres continuaban educándose, con la autorización de su marido o padre, a través de preceptores que les enseñaban los clásicos. Era normal que hubiera mujeres que adquirían una cultura de entretenimiento, como cantar, danzar y tocar un instrumento. Estas actividades artísticas se alaban mucho en las mujeres “honestas”. A los doce años había muchachas que ya estaban otorgadas a un marido, aunque no se hubiera consumado el matrimonio. Una mujer se consideraba adulta a los catorce años, todos la llamaban entonces “señora”. Las familias ricas encerraban a sus hijas en sus casas y las ponían a hilar con rueca y con huso, con lo cual demostraban que pasaban el tiempo sin hacer nada malo.
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Dentro del matrimonio, la mujer podía ser considerada de dos modos. Según la vieja moral cívica, la esposa no era más que un utensilio al servicio del ciudadano y jefe de familia; hacía hijos y redondeaba el patrimonio. Vista de otro modo, la mujer se consideraba una amiga, la compañera de la vida, la procreadora. Sin embargo, siempre se le considera naturalmente inferior a su marido y se espera que lo obedezca. Por su parte, el marido respetará a su esposa como un jefe respeta a sus amigos inferiores. Se acepta que un marido es el dueño de su mujer, como de sus hijas y de sus criados.
Las señoras ricas no tenían obligaciones como amas de casa porque su marido era quien mandaba sobre los esclavos. Estas mujeres ni siquiera debían esforzarse en vestirse o calzarse por sí mismas porque ese era el trabajo de las esclavas. Sin embargo, la libertad de estas señoras era relativa. Siempre estaban acompañadas, incluso había algunas que dormían con una esclava en su cuarto, para que las cuidaran. La decencia y el cuidado de su rango obligaba a una dama a salir de casa acompañada por sirvientes, señoritas de compañía y un caballero de servicios. Sólo debidamente acompañadas las mujeres tenían derecho a visitar a sus amigas. Las damas muy recatadas salían lo menos posible y sólo se mostraban en público cubiertas por un velo.
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En ciertos casos en los que una mujer era rica por herencia de su padre tenía mayor control sobre sus vida marital. Hubo esposas descontentas que abandonaron a su marido o se divorciaron de él. En Roma existía el divorcio pero generalmente era el hombre el que lo solicitaba. El mejor estado para la mujer rica era la viudez porque era mucho más libre que cualquier mujer casada y podía disponer de su fortuna como ella quisiera. 
  

 

Historia del Vestuario: Roma



Vestuario romano basado en el modo griego
Roma, al ser fundada por Eneas y constituida como la nueva República, adoptó muchos aspectos griegos entre ellos el vestuario, por lo tanto, la estructura básica del revestimiento romano está basada en la túnica o “quitón” griego y en el manto que se usaba sobre él, llamada “clámide” . Luego, en el apogeo de Roma, se consolida la túnica como prenda base, complementándose con adornos, y la “clámide” se re-bautiza como “toga” modificándose en su forma: la pieza de lana o hilo de forma oval se amplía en tamaño con respecto a la griega, midiendo aproximadamente tres veces la altura de una persona. Ésta se doblaba a lo largo y se colocaba “drapeada” (Drapear: Colocar o plegar los paños de la vestidura, y más especialmente, darles la caída con forma).

El revestimiento humano como símbolo ciudadano y político
La “toga” se convirtió el símbolo de la ciudadanía, y sólo los ciudadanos romanos que nacían en libertad estaban autorizados a usarla, tanto las mujeres como los hombres: los jóvenes romanos al cumplir veintiún años la recibían en una ceremonia religiosa y familiar, como símbolo. En la “toga” se colgaban los distintivos del grado político que el ciudadano adquiría a los largo de su trayectoria, aunque generalmente la gente común la usaba solo para ocasiones especiales, pues en su uso resultaba extremadamente incómoda. Los senadores, los caballeros y los magistrados la usaban siempre en público. Existían diferencias de color según las edades, rangos y funciones, pero la forma de la vestimenta era idéntica para todos.
Con la “toga”, el romano vestía la túnica, que también era de lana o hilo, cuyas mangas llegaban hasta los codos y su borde inferior hasta las rodillas, pero por detrás era unos cuatro dedos más larga. La túnica no siempre era lisa; en ciertos casos llevaba dos bandas de púrpura longitudinales. Las bandas anchas (“túnica lato clauo”) indicaban el rango senatorial. Las bandas angostas (“angustus clavus”), el rango ecuestre. Las túnicas de la gente modesta, las de los esclavos, en general su única vestimenta, no poseían banda púrpura. Para ceñir la túnica al talle se usaba un cinturón de piel o un ceñidor de cáñamo. La ropa interior denominada “subarmale” era de mangas cortas y anchas, y su confección se hacía en lana. Con respecto al calzado, solo los senadores romanos usaban el calceus, zapato propio de esta casta.
La mujer romana y su atuendo
La mujer llevaba una túnica larga que en principio era de lana y más tarde pasó a ser de algodón e incluso de seda, cada vez más sofisticada y recargada, y sobre ella, la “toga” drapeada cubriendo cabeza y cuerpo. La mujer en Roma tenía mucha más libertad que la mujer griega y podía divorciarse de su marido conforme a las leyes, esto se tradujo al vestuario en la mayor presencia de ornamentos con respecto al revestimiento femenino de Grecia. Aparte del atuendo, las mujeres romanas mostraban su pertenencia a las clases por la calidad de sus peinados. Las esculturas conservadas a partir de finales del siglo I D.C. dicen de aquella situación.
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Posteriormente el contacto de esta civilización con culturas orientales y el crecimiento del concepto de la elegancia fueron modificando el atuendo. Las túnicas se confeccionaron con telas más suaves y ligeras, de colores más variados e intensos. Este hito sucedió también con la ropa masculina después de la caída del Imperio Romano de Occidente, donde las influencias bizantinas entraron marcando la elegancia en las togas y túnicas. Bordados de oro y piedras preciosas adornaron las elegantes y refinadas telas que caían en profundos pliegues. Sin embargo, el vestuario romano popular casi no varió.